En este artículo se presentan tres obras escultóricas guipuzcoanas (España, País Vasco), en las que la presencia de la técnica polícroma del brocado aplicado no había sido detectada hasta la fecha. Se trata de los retablos del Oratorio de Loiola (1498-1512) y San Martin de Azpeitia (1521) y la talla de la Virgen con el Niño de Zumaia (ca.1500).
El análisis de sus modelos de brocado ha motivado la revisión formal de esta técnica en el territorio, desvelando filiaciones complejas entre retablos ubicados en la región e incluso en poblaciones más lejanas. Igualmente se propone una sencilla ordenación estilística de los mismos, ya que su periodo de producción coincide con la transición de dos estilos artísticos: el tardogótico y el primer renacimiento.